Luna
Este fue un episodio difícil y creo que hasta ahora no había tenido la oportunidad de hablarlo, lo traté de olvidar pero de vez en cuando salta algún recuerdo qué me conecta con ese tiempo oscuro de mi vida.
Tenía 18 años y me sentía perdida en la vida, todo comenzó porque en ese tiempo para entrar a la universidad debías tener un título que coincida con la carrera que querías estudiar y mi título de bachiller me dejaba pocas opciones y ninguna me gustaba.
Mis padres lógicamente no me iban a permitir que pasara el tiempo en casa tratando de encontrarme, sus reglas eran muy claras, debía estudiar y sacar un título para luego encontrar un trabajo en el que pasar "toda la vida", no dudo que deseaban lo mejor para mis hermanos y yo, querían que nos enfocáramos en nuestros estudios en ese momento, pero yo no tenía claro el camino que debía tomar, así que escogí el instituto más económico que había en ese momento para estudiar una tecnología qué no me ofrecía precisamente un futuro laboral importante, pero me permitía tener varias horas libres al día, las que dediqué a un trabajo de medio tiempo y a aprender otro idioma.
No me imaginaba que durante mucho tiempo me arrepentiría de esta decisión, porque llegué al ambiente más tétrico que jamás experimenté en mi vida hasta ese momento y espero que no vuelva a repetirse nunca más.
En esa época tenía muchos problemas, estaba en una relación de violencia psicológica y sexual de la que no podía salir, temía por mi seguridad, la de mi familia, y por mi vida; así que me callé y soporté en silencio todas las vejaciones a las que era sometida.
Mi familia notó los cambios, pero al no saber la causa intentaron apoyarme llevándome al doctor, al psicólogo, al psiquiatra, al chamán, pero nada funcionaba... y mientras yo no hablara nada iba a funcionar, me volví muy callada, introvertida, triste, mis amigos y otras personas de mi vida se fueron alejando, solo el silencio me acompañaba en ese momento.
Y el instituto en el que estaba hizo que todo fuera peor.
En mi desesperación por tratar de salir de mis problemas, alguna vez hablé con una compañera sobre mi situación de violencia sexual, no sé si nos oyeron, si ella lo comentó, pero en seguida se corrió el rumor sobre lo que pasaba en mi vida, aunque de manera muy sesgada, de forma que hasta los profesores estaban al tanto (a su manera) de lo que yo estaba viviendo, y por supuesto los rumores lo sacaron absolutamente de contexto.
Era una carrera en el área de las artes en la que nos instaban a dejar los prejuicios y entregarnos a la creación, a mí me gustaba crear, la danza, la expresión corporal, mi cuerpo era mi herramienta de creación, dejaba que me dirigieran y trataba de hacerlo lo mejor que podía, el arte era mi refugio, dónde expresaba lo que en la vida callaba, pero mis compañeros y profesores empezaron a encapricharse con qué cada vez me quitará más y más la ropa, que cada vez exploráramos temas eróticos, qué el desnudo artístico, qué las fotografías... Yo estaba en un momento en el que no podía expresarme y no podía decir ¡NO! trataba de decirme a mí misma "es normal, en el arte no debe haber prejuicios, ni no me atrevos" pero sentía sus miradas lascivas sobre mí y me incomodaba, muchas veces mentía "estoy con el mes", no importa toma un tampón me decía mi compañera y otra vez... me descubría incómoda, sin ropa con sus cámaras y sus miradas morbosas sobre mi cuerpo.
Solo no podía decir no, porque me faltaba fuerza y porqué se vería afectada mi nota, (en una ambiente machista, yo solo servía de modelo, mis ideas no eran validadas, solo tenía que callarme y hacer lo que otros mandaban, empecé a faltar constantemente, un día llegué tarde a la clases y me quedé afuera del aula, escuché como mis compañeros y el profesor tenían una conversación en la que hablaban de lo fácil que yo me desvestía, escuché la forma en la que me calificaban, juzgándome con todo tipo de epítetos, por esas acciones que ellos en otros momentos nombraban artísticas y que ellos mismos instaban, hablaban de lo manipulable que yo era, y sí porque en ese momento de mi vida, había perdido la voz, "del árbol caído todos hacen leña" yo estaba deprimida , indefensa y ellos solo supieron abusar de mi.
Me sentí violada, abusada, impotente, enojada, triste, desconfiada, avergonzada y mil cosas más.
Mi forma de ser cambió mucho en todos los ámbitos de mi vida, No podía hablar no podía mirar a la gente a los ojos, no podía confiar en nadie.
Un día un profesor directamente me propuso tener relaciones sexuales, dijo que mi problema era que mi pareja no sabía como complacerme, pero él que era un hombre maduro y con experiencia si lo sabría hacer. No supe cómo contestar, solo que de ahí en adelante me porté muy cortante y agresiva con esta persona.
Otro profesor en una clase improvisada, le pedía a cada compañero que improvisara un discurso sobre un tema que ese momento escogía, a mi me dió el tema "sexo oral".
Mis compañeros también empezaron a acosarme parecía que hubieran apostado a ver quién lograba algo conmigo, porque de pronto muchos empezaron a acercarse de formas muy incómodas para mi.
Uno de ellos quiso llevarme a su iglesia porque pensó que al ser una mujer con vida sexual activa, estaba condenada al infierno, un día me pidió que lo acompañara y con mentiras me llevó a ese lugar, donde quisieron sacarme el diablo a golpes y latigazos, me dejaron la espalda llenas de marcas, y moretones por todo el cuerpo por miedo también me callé.
Nos hicieron el bautizo una horrible bienvenida, en la qué los compañeros de cursos más avanzados nos preparaban una ceremonia en la que nos obligaban a beber un vaso completo de un brebaje asqueroso que luego supe tenía alcohol, todo a vista a y paciencia de profesores y administrativos, algunos, según supe después, también se emborracharon y protagonizaron escándalos ese día, yo no estaba acostumbrada a tomar alcohol, esa mezcla me tumbó, me dejó incapaz de reaccionar, terminé tendida en el césped mientras tres de mis compañeros empezaron a pelearse por quién me llevaría "a casa", el más violento se impuso y me llevó a su casa en un taxi, creo que yo estaba tan mal que vomité todo el camino y debo haberle causado asco ya que horas después, desperté en su cama, pero al menos no me violó, aunque lo volvería intentar más adelante.
A causa de todas estas situaciones, me volví mucho más callada, reservada, cortante, no me arreglaba, me ponía ropa floja, no usaba maquillaje, y entré en una depresión muy fuerte, planifique metódicamente mi suicidio investigué las maneras más eficientes, las menos dolorosas, las más rápidas. Pero nunca tuve el valor para hacerlo, me dolía mucho la reacción que tendría mi madre, pero me consideraba una muerta en vida, ya no me importaba lo que pasara conmigo, ni con mi seguridad, si alguien me hubiera ofrecido drogas o o ponerme en peligro, lo había hecho, pero no tenía energía para salir a buscar una experiencia así, ya que la depresión me mantenía en un sopor insuperable, en el peor momento llegué a dormir 20 horas diarias, faltaba a clases o me dormía en ellas.
Mi compañero el que me había llevado a su casa, se obsesionó conmigo, yo fui muy clara y le dije que jamás iba a estar con él, me golpeó en dos ocasiones por ello, la una con chirlazos, la otra me intentó asfixiar, me seguía a todas partes, a la fuerza hacía que lo pongan en el mismo grupo donde yo estaba trabajando, en una salida de campo se metió por la ventana del cuarto en el que yo me estaba quedando a la madrugada, iba al baño y se metía por la ventana, en la calle asomaba por cualquier lado, me lo encontraba en el bus, en todas partes, me vigilaba, y solo cuando mi pareja mi agresor, estaba conmigo él no se acercaba.
Esta persona se obsesionó tanto conmigo que incluso llego a matricularse en los cursos que yo tomaba y en la siguiente facultad en la que me matriculé, cuando ya había aclarado en algo, mis decisiones sobre mi futuro profesional. Yo trataba de ignorarlo por completo, agradezco que le tocó en otro paralelo y a los pocos meses abandonó la carrera.
Debido a lo afectada que quedé, mis relaciones humanas se vieron muy quebrantadas, la gente que conocí en ese momento me tachaba de "idiota" ya que yo no saludaba a nadie si no me lo habían presentado, aunque me lo encontrará a diario, aún en espacios que nada tenían que ver con el instituto en el que había estudiado.
En ese tiempo me hubiera gustado tener información sobre lo que yo podía hacer para cambiar las circunstancias de mi vida, no conocía sobre órdenes de restricción , ni que muchas de estas cosas podían ser motivo para una denuncia en diferentes instancias, yo solo me sentía triste y culpable, antes de esto pensaba que podía saludar de abrazo a todo el mundo, que la gente era buena, que mi pareja era un gran hombre, pero nada funcionaba así, mi pareja era un agresor, mis compañeros abusivos, mis profesores pervertidos, y yo... una ingenua.
Me costó años recuperarme y levantar mi autoestima, paso a paso lo fui logrando, salí de esa relación horrible que había escalado hasta la violencia física y empecé a sanar mis heridas. Pese a todo debo agradecer a esa niña de 18, 19, 20 años que sobrevivió, qué nos sucumbió al dolor, que no se mató. Ahora estoy muy orgullosa de la que fui, y de quién soy ahora, porque aprendí, trato de escoger muy bien, a mi pareja, mis amistades y a la gente que me rodea. Y sobre todo, me esfuerzo por ser feliz, aprendía a decir NO, aprendí a aceptar en mi vida solo y exculsivamente las cosas que me hacen feliz.