• Ser parte de este proyecto me ha conducido hacia mi pasado de un modo tan distinto. He podido no solo sanar un poco más, sino también tener una perspectiva más amplia sobre los acontecimientos sucedidos. Me ha permitido encontrarme y encontrar a mujeres hermosas que al igual que yo, luchan cada día con su historia y quieren ver un mundo mejor para todos los que vienen.
• Este proceso ha sido de mucha ayuda, pues el poder compartir mi historia ha hecho que el camino a sanar sea posible. Además, el tener el apoyo de mujeres y de una profesional que me ha brindado su atención y aliento ha sido reconfortante. Por otro lado, los talleres y los temas que se trataron me han brindado nuevas perspectivas de la manera en la que se pueden vivir las relaciones sanas.
• Ha sido una experiencia muy enriquecedora y bonita, en la cual hemos podido compartir con otras mujeres historias vivencias y también descargar nuestras emociones, nos ha ayudado en el proceso de darnos cuenta para poder seguir adelante y reconstruirnos.
• Este proceso representa para mí la oportunidad de aprender de la valentía, sororidad, empatía conocimientos y experiencias de otras mujeres. Significa también el sentimiento de respaldo, resguardo y calidez que brinda este grupo de mujeres. Simboliza transformación, el relacionarme de manera diferente con mis “monstruos” y el cierre de un ciclo de manera creativa y contundente.
• Para mi ser parte de este proceso, me ayudó mucho a sanar heridas y situaciones con las que he estado lidiando ya hace tiempo, a canalizar todo ese dolor, rabia, confusión, tristeza, en algo que me apasiona hacer, me sirvió para darme cuenta de que puedo usar todo eso para crear arte. Usar la danza para expresar todos esos sentimientos que estaban atrapados dentro de mi fue algo liberador.
• Para mí ha sido de gran satisfacción participar en este proceso, desde el momento en que compartí mi historia, fue como sacar una espina que crees ya olvidada, pero realmente por dentro está pudriendo tu ser.
• Es importante esta experiencia, pues se puede debatir, compartir y escuchar diferentes historias de vida, algunas se asemejan, otras no, pero en cada historia aprendes, repiensas y transformas tus creencias respecto al amor, la pareja, la sociedad, los ideales y tú misma. El círculo de palabra nos ayuda como mujeres a no sentirnos solas cuando pasamos por este tipo de situaciones, a ayudarnos entre nosotras, a valorarnos y amarnos.
• Me gustó mucho que el grupo era diverso en edades y experiencias, cada aporte era muy enriquecedor. Además, quien dirigió el proyecto nos ilustró mucho con la historia de un ¿Por qué de las cosas? Desde un punto social e histórico. Represento un gran argumento el descolonizar el pensamiento y nos guío a un conocimiento más amplio de la manera en que miramos el mundo.
• Fue una manera de reconocer y aceptar muchas cosas que no quería ver en mí, fue un empujoncito para hacer o exponer cosas mediante un poema o un dibujo, considero que ha sido parte de mi crecimiento personal y algo muy importante que me ha dejado es conocer otras mujeres que han vivido cosas muy fuertes pero que cada día se levantan y luchan por lo que creen
• El poder de liberarte de un sentimiento negativo que sólo te ahogaba en un determinado momento es realmente inexplicable para bien, sentir que vuelves a sonreír a quererte y a levantarte todos los días sin un peso y tristeza. Esto me deja este proceso que en un principio fue doloroso a irritante y finalizó con una experiencia más, de la cual aprendí mucho. Sobre todo, a valorarme como persona, como mujer y que nadie tiene derecho a hacerme sentir menos."
• Mediante estas creaciones deseamos dar un mensaje a otras mujeres que se encuentren viviendo situaciones similares, diciéndoles que siempre existe esperanza, solo hay que atreverse a dar el paso, dejar a quien te maltrata o buscar ayuda, porque superando la barrera del dolor existe una nueva vida.
• Gracias a este proyecto he conocido a valiosas mujeres, sus historias y sus corazones. Ahí donde cobijamos nuestras experiencias, nuestros sueños y nuestros dolores es ahí en donde habita la fuerza que todes llevamos para poder acompañar, compartir y ser abanderadas de esa palabra tan hermosa llamada sororidad.
• Este proyecto permitió que contáramos nuestras historias para afrontar mejor el dolor, como una manera diferente de asimilarlo; fue una forma de transmutar la tristeza en algo positivo y artístico, viéndolos desde diferentes perspectivas, socializamos temas de mutua ayuda y todo esto nos ayudó a tener una mejor perspectiva sobre nuestra propia historia.
• El proceso ha sido muy lindo, el arte es una parte fundamental de la esencia del ser humano, sin ella la humanidad no sería humanidad. Hacer arte permite expresar y sanar lo más profundo de nuestro ser, aprender y crecer, restaurar el daño y sacar algo positivo de ello y eso ha sido este proceso, agradezco haber podido formar parte y conocer a tantas mujeres maravillosas.
• Estar en este proyecto me permitió tener una de mis primeras experiencias hablando sobre muchas cosas que me habían pasado sin que sus recuerdos llenaran mis ojos de lágrimas e hicieran que mi estado de ánimo recayera indescriptiblemente. Gracias a este proyecto he logrado de cierta forma percibirme a mí misma como alguien que está creciendo, que está caminando lejos del dolor, que ha empezado a sanar y a trabajar por su sanación. Pero lo más importante, este proyecto me permitió conocer a mujeres extraordinarias con las que me sentí profundamente identificada y finalmente entendida. Estas mujeres hechas de magia pudieron transformar su dolor en arte, no solo una vez y eso las hace extraordinarias. Seguimos luchando en nuestras vidas, sigo batallando en mi historia pero ya no con tanto dolor sino más bien inspirada y con mil ganas de transformar cada cosa en algo muy bello dentro y en los exteriores de mí.