Julieta
Actualmente tengo 26 años, todo esto comenzó cuando tenía 21 y estaba en tercer semestre de la universidad. Tomaba una clase, la cual tenía muchos comentarios por parte de estudiantes, algunos decían que la materia es super interesante pero si es un poco pesada, que el profesor es un poco paranoico al momento de tomar las pruebas, que s un poco extraño que a veces es mejor tener distancia con él, porque es raro. En fin, inicie el semestre con todos los ánimos y ganas de continuar con mi formación académica, fue cuando inicie clases en esa materia, que efectivamente corroboré los comentarios que mis compañeros decían en un principio, el profesor se presentaba como una persona muy amable, pero a la vez causaba un poco de incomodidad esa amabilidad, en las pruebas era demasiado extraño, pedía alinear las bancas, no movernos, no preguntar nada, sacarnos las chompas y solo tener un esfero a mano, etc.
Mientras pasaba el tiempo, noté que se le acercaba a muchas compañeras en mucha más confianza, les hacía comentarios sobre su físico, les bromeaba, les preguntaba cosas sobre su vida personal, etc. En un principio no se me hizo raro, ya que algunos profesores suelen ser así con los alumnos. Yo pasaba siempre con mi mejor amigo en clases y casi la mayoría del tiempo, porque compartíamos horarios de clases y grupos de estudio, pero fue un día que mi amigo no pudo ir a clases, por lo que hipotéticamente estuve sola en esa clase, llegue a tiempo y me senté en mi lugar, y estábamos en ese tiempo muerto donde se espera a los alumnos que lleguen, en eso se me acerca este profesor, me saludo, me pregunto por qué estaba sola, me lanzo el comentario de si estaba esperando a que llegue mi novio, refiriéndose a mi amigo, le dije que el no era mi novio que era mi amigo y que no vendría ese día por una cita médica, desde ese momento cambio su actitud conmigo y empezó a comportarse como lo hacía con mis compañeras, me decía por mi nombre en diminutivo, en los pasillos me saludaba con beso en la mejilla, me sonreía en clases, etc. Lo extraño es que con mi amigo se comportaba de forma bastante hostil cuando no estaba conmigo. Mi amigo me comentaba que lo veía en la universidad y lo saludaba y el profesor no le devolvía el saludo o lo miraba mal, mientras que al estar conmigo si lo saludaba pero era un poco grosero o irónico con él. Aún así no notaba nada extraño en ese comportamiento.
Recuerdo un día, que estaba en la cafetería sola y se acerco a saludarme, me dijo, milagro que no estes con tu amigo, me reí, porque esa broma o comentarios eran muy repetitivos con mis compañeros y amigos, le dije que luego nos encontraríamos para estudiar, él me respondió que no está bien que este todo el tiempo con mi amigo, que debo desprenderme y darme la oportunidad de conocer a más personas e incluso darme cuenta de quien podría estar interesado en mí, que por andar con mi amigo, no me doy cuenta de todas las personas que estoy perdiendo, se me hizo bastante extraño que un profesor me diga eso, de hecho si me molesto, aún así trate de actuar normal, lo único que le respondí fue ‘puede ser que tenga razón, ya veré que hacer, pero por el momento estoy bien así’, me despedí y me retire de ahí. Desde ese momento empecé a tomar un poco de distancia con él, en si porque no quería que sea de esos profesores que quieren cumplir un rol de padre y quieran meterse en la vida de los estudiantes. Seguía comportándose de igual manera conmigo y de peor forma con mi amigo. Al finalizar el semestre, mi amigo perdió la materia con él, sin razones justificables, y no pudo alegar nada, porque el profesor perdió sus trabajos y no tenía fotos o pruebas para hacer el reclamo.
En quinto semestre volví a tomar una materia con este docente, mi amigo ya no era mi compañero y compartíamos una o dos materias porque se retraso por esa materia que perdió. Cuando me vuelve a ver este profesor en su clase, me saludo de forma muy efusiva, me abrazo y se alegro mucho, me pregunto por mi amigo y le dije que si seguía estudiando pero por la materia que perdió con él se retraso. Mientras continuábamos ese semestre, se comportaba muy amable conmigo, pero empecé a notar que sus comentarios subían de tono y me generaban incomodidad, decía que me veía muy linda, que le gustaba como me vestía, que soy muy guapa, que sería bueno que algún rato saliéramos a conversar, etc.
Desde ese momento, me incomodaba mucho su presencia, cuando participaba en clases, me llamaba por mi nombre en diminutivo, incluso llegue a sentir un poco de rechazo de mis compañeros, cuando se hablaba de esa materia, me decían, es que como eres su preferida tu no debes preocuparte por las notas, lo hacían en tono sarcástico e irónico, me hacían sentir muy mal, como que todo el esfuerzo que hacia por la materia, no valía nada; cambie mi forma de vestir para que no emitiera algún comentario sobre mi, trataba de no mirarlo a los ojos para que no me sonriera en clases, deje de participar en clases, para que no me trate de forma diferente y mis compañeros no me miren mal. Ese semestre culminó de esa manera, sin embargo cuando me lo topaba en los pasillos seguía manteniendo esa actitud confianzuda, por lo que lo empecé a evadir a como de lugar.
En séptimo semestre nos volvimos a ver en otra materia, ese semestre fue la peor experiencia de mi vida en esa materia, este profesor perdió totalmente el respeto hacia los espacios, la gente y la distancia que debe existir entre un maestro y una alumna por más amistad o confianza que se tenga. Recuerdo que un día, tuve que ir a secretaria a realizar un trámite por el tema de mi matrícula, como estaba iniciando el semestre, estaban muchos compañeros y profesores tratando de solucionar algunos inconvenientes, mientras yo esperaba el turno para que me atiendan, apareció este docente y grito mi nombre de forma cariñosa, algunos regresaron a ver, se me acercó, me abrazo, me tuvo así por bastante tiempo, luego me soltó, me tocaba las manos y la mejilla, me decía que estaba muy linda, que le alegraba verme así, de la nada soltó un comentario, diciendo que las fotos que subo a mis redes sociales son muy lindas y sexys, que no parara de hacerlo, que a él le gustaban mucho, realmente me dio vergüenza por como la gente nos miraba o como empezaron a cuchichear, me generó demasiada incomodidad, como estaba en la fila, este señor también, no soporte más y me fui, le dije que nos veríamos en clases, fingí una llamada y me retire de ahí, no me importó que no haya realizado el trámite, solo quería salir de ahí.
En clases el amiento se torno mucho peor, para evitar cualquier tipo de conversación con él, llegaba tarde a clases, pero aún así me abría la puerta y frente a todo el curso me abrazaba de una manera que yo sabía que no es correcta, me daba un beso en la mejilla e incluso me acompañaba hasta mi puesto y de ahí continuaba con la clase, algunas veces falte por evitar todos esos comentarios y tratos, trataba de estar acompañada siempre, vestía diferente, no participaba en clases, evitaba ir a lugares donde sabía que estaría, etc. Un día, me cansé de todo eso, no quería más que continuarán esos tratos y empecé a marcar mi distancia, cuando quería saludarme de abrazo o beso en la mejilla, daba un paso atrás y le saludaba de lejos con mi mano, ya no le decía ‘hola profe’, como lo hago con todos, si no que le saludaba con un buenas tardes o noches, cuando intentaba sacar un tema de conversación, simplemente le decía que tenía que irme, etc. De verdad sus comportamientos pararon, se alejo y el trato era muy respetuoso y distanciado, de verdad, me sentía tranquila, cumplía con mis responsabilidades como estudiante, pero un día llego la entrega de trabajos calificados, porque este señor, recogía los deberes y los entregaba calificados unas dos semanas antes de exámenes, así que nadie sabía sus notas hasta ese momento, para mi sorpresa, todos mis trabajos estaban calificados con la mitad o menos de la nota total, sin razón aparente, me le acerqué frente a todo el curso y le pregunté por que tengo esas notas, si no había cometido ningún error, que incluso hicimos un grupo de estudio con algunos compañeros para hacr esos trabajos y ellos tenían la nota completa; su respuesta fue la peor que pude recibir, tomo el trabajo de otro compañero en una mano y el mío en otra, y me dijo como puedes comparar esto con esto, estaba pesando los trabajos, yo tengo letra pequeña, no me salto renglones y uso las dos carillas de una hoja, mientras que el trabajo de mi compañero era diferente por lo que uso más hojas; le dije que eso debió decirlo en un principio, si lo que el quería era cantidad de hojas y pesar los trabajos lo hubiese dicho, que yo creía que el calificaba por el contenido y la calidad, solo se río, me dio mi trabajo y de forma irónica me dijo señorita como que ya le toco estudiar para el examen. Y así fue, estudie mucho, que en el examen saque una buena nota, aún así en preguntas abiertas, de alguna u otra forma intentaba bajarme puntos.
El semestre continuó con la hostilidad de este profesor y como era de esperarse, al finalizar el periodo académico, había perdido tres trabajos míos y por ende había perdido la materia. No me pude quedar callada y le dije que si no me soluciona el problema, yo iría a hablar con el director de carrera para tomar cartas en el asunto, que no me parecía justo que por un error de él, yo fuera a perder una materia y que me solucione ahora mismo, no quería hacer nada y según él yo ya perdí la materia, que hable con quien sea, pero que no hay pruebas de que yo haya hecho mis trabajos, a menos que le muestre una foto que lo pruebe. Estaba contra la espada y la pared, estaba muy molesta y frustrada, le dije que entonces, me tome el examen supletorio que por derecho tenía, se negó y dijo que no de patadas de ahogada que acepte que perdí el semestre, nuevamente le mencione que si no lo hacía iría con el director de carrera y que me esta negando mi derecho como estudiante, vi que ahí se asusto un poco y dijo que esta bien, que me haría ese favor de tomarme el examen supletorio, pero que sería un sábado en la tarde, cerca de su casa, que me pasaría viendo en su carro. Accedí por temor a perder la materia.
Comente toda esta situación a mis padres, a mi novio y a mi mejor amiga, ideamos un plan, de yo esperarle en el lugar acordado, sin embargo, mis padres y mi novio estarían cerca filmando toda la situación, iría en el carro de mi mejor amiga y tendríamos nuestros celulares grabando el audio. El día llego y se sorprendió de verme con mi amiga que también era su alumna, se percató que estábamos muy atentas de nuestros celulares y tomo otra actitud, mucho más respetuosa e incluso estaba tranquilo, solo dijo, aprovechemos que estamos aquí en tu carro y te tomo aquí el examen, lo dí en ese momento y me calificó en ese mismo lugar, me dijo que estaba todo correcto y que ya había pasado la materia, que no me preocupe, que el se comporto así para que no sea mediocre y que esta oportunidad me la daba porque sabía que soy buena estudiante y solo necesitaba una lección, salió del auto y en la tarde me había pasado de semestres pero con la nota mínima, para mí eso era suficiente, no quería volver a verlo en mi vida. Nunca más volvió a ser mi docente.
Desde ahí, el nunca más se atrevió a saludarme de forma más cercana, me bajaba la mirada, o solo me saludaba con respeto. Cundo estuve en noveno semestre, me enteré de un grupo de chicas de niveles inferiores que estaban poniendo una denuncia contra este profesor por acoso, me sume con mi testimonio y fue una alegría el saber que la universidad actuó y lo despidieron, también sentía mucha indignación saber que éramos tantas chicas que vivíamos lo mismo y muchas otras que tal vez nunca tuvieron la oportunidad de hablar.
Yo nunca tuve la idea de denunciarlo, porque creí que no era para tanto, o que la universidad no iba a tomar en serio mi caso, como no existió violencia física o un intento de abuso, creí que no harían nada y solo me traería problemas a mí con ese docente o en la institución, pero sé que la universidad si actúa, aunque creo que la solución no esta completa, no es simplemente con destituir al docente de la institución, si no brindar ayuda a las chicas que sufrieron las conductas abusivas.
Por mi parte puedo decir, que esos semestres que tuve materias con él fueron horribles, vivía incómoda todo el tiempo, pendiente en no encontrármelo, pensando mucho en como me voy a vestir o arreglar, en saber si entro o no a clase, e incluso estando en clases pensando en no llamar su atención, que e acabe rápido o llamando con anticipación a algún amigo o amiga para que me espere fuera del aula.
Actualmente creo que he aprendido a las malas a identificar estos comportamientos desde un principio, reconocerlos y saber que no están bien, que hay que poner un freno y que hay gente e instituciones que amparan en el caso de denuncia o apoyo. Siento que si afecto mi vida, porque sigo pensando mucho sobre mi comportamiento, cuando veo figuras de autoridad trato de se muy distante y marcar mucho los limites para que mi sonrisa o mi lenguaje corporal no se confunda con otro tipo de intenciones.
Creo que si lo volvería a ver ahora, me daría mucho miedo, tengo una imagen de encontrármelo en la calle y que me reclame por la denuncia o quiera cobrar algún tipo de venganza. No le tengo rencor, pero cuando lo recuerdo me da mucha frustración y rabia su comportamiento, pero también miedo de que haga algo contra mí o alguna de las chicas que lo denunciamos.