Priscila
Mi experiencia, debo empezar por decir, que nunca había pasado por algo así, se me hace súper duro este hecho haya pasado en la Universidad que entre comillas es bastante humana y de trato respetuoso entre profesores – estudiantes. Cuando empezó a salir estas cosas yo me sentía incómoda, porque sentía que sobrepasaba estos límites del profesor – estudiante; yo no dije nada cuando paso todo; yo recuerdo que me ponía apodos, me hacía comentarios sobre mi físico, lo único que hacía es contarle a mis amigas, no hable con nadie más, porque tenía miedo que me digan que soy exagerada, tenía miedo que empiece a ponerme bajas nota bajas; recuerdo por ejemplo que me decía gatita o me tocaba las piernas, no decía nada, quizás ese fue mi error, porque nunca pude ponerle un límite y decirle que le pasa[1], lo único que hacía era retirar mis piernas, estar un poquito más alejada o les decía a mis amigas que me acompañen, me decía que le ayude a calificar exámenes, porque usualmente se quedaba en el aula y me decía, quédate, acompáñame, yo les decía a mis amigas que no me dejen, siempre me acompañaban. Siempre fue un trato que me incomodaba.
Con un grupo de amigas, decidimos denunciar, ya que nos enteramos del caso de una chica que ella no había accedido a sus comentarios y el profesor tomo represalias, no le dejaba exponer, le ponía bajas notas, etc. La sorpresa que nos llevamos es que al hacer conocer el tema de la denuncia, existían más de 15 casos, todas estuvimos dispuestas a contar nuestro testimonio por medio de una carta, tuvimos el apoyo de la psicóloga de bienestar estudiantil, quien fue quien dio la cara por todas nosotras y logró que seamos escuchadas.
Cuando estaba con este profesor, recuerdo que mi corazón se aceleraba, me asustaba, me sudaban las manos y siempre al levantarnos les decía a mis amigas que no me dejen sola, siempre me realizaba comentarios sobre mi aspecto, por ejemplo, que lindo color de labios gatita, quédate gatita, a mí me causaba incomodidad y me ponía un poco inquieta, mi corazón se aceleraba, era bastante feo, por suerte mis amigas estuvieron ahí para apoyarme; recuerdo que sentía mucha inquietud, yo creería que eran signos y síntomas de ansiedad.
Pienso que estos comportamientos no tienen gracia, el profesor sobrepasaba estos límites, porque se supone que uno tiene un trato respetuoso entre profesor y alumno, era algo que él no tenía, el llegar a ponerte la mano en las piernas, me parecía algo fuera de lugar, también daba otras señales que daban a demostrar que él no estaba bien, por ejemplo, al ir a ver notas, no podías acercarte con un teléfono, es normal el temor de un profesor, que puedas tomar una foto del examen, pero él se aseguraba que no se tenga ningún dispositivo cerca, llegó al extremo de retirarle el teléfono a un compañero, diciendo que estaba prohibido su uso y lo lanzó, son conductas que están fuera de la normalidad. Generalmente en sus clases, yo me sentaba en la parte de en medio, para que él no puede acercarse a mí; dentro del aula lo que más hacía eran comentarios sobre mi aspecto. Yo siempre iba a clases con la convicción de que yo iba a aprender, pero no podía concentrarme, solo pensaba que pase rápido el tiempo, que se acabe esta clase rápido.
Mi mayor miedo en ese semestre es que me haga algo ese profesor o que mis amigas en verdad no puedan estar conmigo y tuvieran que irse, encontrármelo por ahí, como era un profesor que iba más allá del límite, tenía miedo que vaya muchísimo más, tenía mucho miedo de hablar con alguien en la Universidad, siempre he sido de las personas que no me gustan los problemas, yo tengo el crédito del IECE, así que si me quedo en una materia me friego, entonces me decía a mi misma, me puedo aguantar, me callo y ya, no quería que pase nada más grave, ahora me doy cuenta que estuve expuesta a un peligro que por suerte no fue mayores, este profesor podía hacer algo. En un principio como te digo, yo lo dejaba pasar, pero ya después con el tiempo nos dimos cuenta que si sobrepasas los límites, pueden abusar de eso; habían muchachas que me comentaron que el nivel de manipulación fue tan grande, que por notas fueron a la casa de él y tuvieron que acostarse con este profesor, siento mucha pena e indignación por eso[2], yo nunca tuve la necesidad de acercarme por el tema de notas, pero si recibía sus comentarios y acercamientos incómodos; es una situación súper compleja y súper dura, a veces uno se acerca a un profesor para que te guíe o te ayude con un trabajo extra para mejorar tus notas, pero resulta que eso tiene un plus, como te digo yo sí me sentí un poquito segura, porque mi rendimiento académico es bueno.
Tenía terror, cada vez que había que revisar alguna prueba, entonces yo pensaba y me decía a mi misma, si algo te dice este profesor o pasa algo, sales corriendo. Sentía mucho miedo, inquietud nerviosismo y en cierta parte me daba ansiedad, esto me pasaba cada vez que yo le veía pasar.
Generalmente, soy de las personas que llega un poquito tarde a los lugares, por esa razón cuando llegaba al aula no pasaba nada y solamente saludaba, me sentaba y ya, pero siempre esperaba algún tipo de comentarios de él frente a la clase, y siempre con el apodo que me ponía, yo me acercaba a él cuando era estrictamente necesario, para revisión de pruebas o exámenes.
Mi rendimiento académico en ese periodo fue bueno, siempre he tratado de ser una personas que tienen las cosas bien hechas, estudió y me doy tiempo para todo. Vamos a decir que no pase con una de las excelentes notas, ni con las que yo hubiera preferido, pero pase; el siguiente semestre que tenia la materia que era la secuencia, la tome con otro profesor y me fue mucho mejor; considero que no me fue mal en el tema de notas, pero tampoco me fue excelente, supongo que también se debió a que como yo y muchas otras chicas se sentían incomodas con este profesor, evitaban solventar dudas en clase, no preguntábamos, con el fin de ni si quiera hablar con él; por ejemplo, en algunos trabajos que nos mandaba hacer, había que preguntarle porque él nos dan las pautas, entonces en el grupo nos turnábamos para ir a preguntar o íbamos de dos en dos, de cierta manera esto también afecto, pero yo te digo, yo trataba de leer por otros lados, leían los textos guía, con el fin de no acercarme.
Dentro y fuera del aula, yo trataba de mirar esta situación con risas, yo tenía un poco de miedo de perder la materia, entonces, cuando él me decía algo trataba de tomarlo como broma para que él no se moleste o vea una negativa de mi parte y tome represalias; una vez me invitó a tomar un café y le decía que no, porque es mi profesor, pero lo decía riéndome, pero por dentro mi corazón palpitaba super fuerte, parecía que se me iba a salir, yo estaba asustada. El reírme fue mi mecanismo de defensa para evitar que se torne la situación incómoda o vaya más allá; como te digo evitaba a como de lugar cruzármelo por los pasillos o en algún lado de la universidad; también evitar acercarmelo, solo cuando era estrictamente necesario, muchas veces me escondía de él.
Respecto a mi forma de vestir, puedo decirte que siempre me he vestido de forma casual, pero por ejemplo cuando me ponía una blusa más escotada, me ponía un saco encima y pasaba corriendo; si pensaba bastante el como ir vestida, me decía, hoy tengo esta clase ahora qué hago, ¿me pintaré?, porque habían esos comentarios hacia mi aspecto que me incomodaban, me decía que lindo color de labios gatita, que lindos labios tienes, que lindo cabello tienes, en ese tiempo tenía un labial rojo que me gustaba y el recalcaba mucho ese aspecto[3], por lo que me entraba la duda, de si me arreglo o no, porque no quería tener ningun tipo de estos comentarios. Algunas veces tenía que ir un poco más formal o arreglada, y yo ya iba mentalizada a que este profesor me diga algún tipo de comentario.
En cuanto a mi físico, por los comentarios que recibía de él, yo creía que me veía muy guapa, pero de acuerdo a mi percepción, yo siempre me he visto pequeña, flaquita, de menos edad. Yo me sentía incómoda como él me veía, nunca me había hecho a la idea que un hombre tan adulto y aparte que exista una relación de profesor – alumna me haga este tipo de comentarios[4], en la calle una ya se espera que existan estos comentarios, pero nunca lo esperas de un profesor, incluso si te dicen algo en la calle, una se puede defender, decirle algo, hacerle alguna seña, pero con un profesor no puedes hacer o decir nada. Nunca me he sentido que tenga un cuerpo exhuberante, sentía que él me veía así y eso me hacía sentir incómoda, me sentía cosificada, te veía como un objeto.[5]
En las relaciones interpersonales, puedo mencionarte que a mi familia nunca le dije, porque no sabía como iban a actuar, yo sé que me hubiesen apoyado y bastante segura que me hubiesen acompañado a alguna entidad o a la misma universidad para tomar acciones. A mis amigas si les conté, si me apoyaron, pero tenían miedo, ellas estaban atentas de donde estaba el profesor y me avisaban para que yo o pueda evitar, pero también se prestaba para risa, porque como yo actuaba de esa manera frente al profesor por el nerviosismo, ellas también optaron en hacer lo mismo conmigo, pero lo hacían en serio, nunca faltaron los comentarios de mis compañeros diciéndome, anda tu a hablar con el profesor para que nos de un punto extra, hoy haz venido bien arreglada, acércate y habla con él, que a ti te quiere; ahí también existe un problema, recibía apoyo, pero a la vez incomodidad con mis pares, me sentía usada por ellos. [6]
En ese semestre, yo me sentía mal, porque creía que era la única que estaba pasando por esta situación, no creía que alguien me iba a apoyar; ahora que lo veo, me autoreprocho, por no haberle puesto un alto en ese momento, en un taller e sensibilización que hubo en la universidad se hablaba de los límites y él los pasaba, yo podía frenarle de alguna manera, pero no lo hice; me percibía como alguien inocente, que tenía miedo, ahora es muy distinto y me doy cuenta de muchas cosas, pero aún me quedan las sensaciones de esa experiencia, me sentí cosificada, mal, usada por mis compañeros de manera indirecta; mi error fue nunca poner un alto o haber pedido un cambio de grupo. Actualmente siento culpa por no haber tomado las medidas necesarias en su momento.
La forma de actuar de mis amigas frente a estas actitudes de este profesor, fueron de apoyo, en muchas ocasiones todas ellas no podían acompañarme o quedarse conmigo, pero siempre se quedaba una, ayudándome a guardar las cosas rápido, acompañándome o esperándome, en ocasiones nos quedábamos haciendo algún trabajo y mientras yo lo terminaba de hacer, ellas guardaban mis cosas para que apenas acabe, entregar y salir super rápido; pero como te digo no faltan estos comentarios para sacar provecho de esa situación de acoso para beneficio del grupo, es una ambivalencia.
En su momento, jamás pensé en denunciarle, tenía un miedo súper grande, sentía que este profesor iba a tomar represalias contra mí, sobretodo el de dejarme de la materia, porque yo siento que tengo una responsabilidad muy grande respecto al crédito, porque si yo pierdo la materia, me toca pagar y de donde me saco el dinero. Tenía miedo de hablar y que el profesor me chantajee, por esa razón como te mencione antes, no le dije a mi familia porque de seguro hubiese hecho algo. Creo que un error de la universidad, fue que no había una socialización del protocolo, tuvimos que esperar a que pase algo para que se armen campañas, también un error de nosotros como estudiantes, porque nosotros no buscamos información de los servicios que ofrece la universidad.
Yo creía que la universidad si actuaría, pero solamente en casos graves y que existan pruebas, y ese también fue uno de mis errores, porque lo que pasaba conmigo eran solo comentarios o acercamientos, pero como podría probar eso, si solo eran de verbalizaciones. Y con esto también va el miedo y la duda, si se denuncia, me van a creer o no; en mi imaginario creía que si denunciaba, me iban a pedir todo tipo de pruebas y si no las tenía no me harían caso.
Me entere de la existencia del protocolo al hacer toda esta movilización acompañadas de una docente de la universidad, y pensaba el por que no se difunde esta información, incluso para que los chicos se sientan apoyados y seguros, que sepan que la universidad si actúa frente a esto, lastimosamente a mi me llego un poco tarde esta información.
Antes de saber que existe un protocolo, yo no sabía a quien recurrir. Cuando sucedió esta situación con el profesor y nos unimos varias chicas, un profesor al que le tenemos mucha confianza nos sugirió que nos acerquemos a una docente, que ella podría ayudarnos con todo el procedimiento, la profesora es una persona que influye bastante, pero no está dentro del departamento que tiene que encargarse de este tipo de problemáticas, sin embargo ella estuvo acompañando todo el proceso. En mi situación y la de muchas otras, pensamos en acercarnos a un profesor de confianza o a bienestar estudiantil, claro que esto lo digo por la experiencia que tuve y ahora sé como se debe actuar.
Al momento de realizar la denuncia, lo que más esperábamos con las chicas es que la universidad actúe, que tome medidas contra el profesor, que lo separe de la institución y sobretodo que nos crean. En un principio teníamos mucho miedo, ya que al hacer la denuncia, no nos iban a hacer caso y el profesor iba a saber quienes somos, por ende ideamos, en el caso que no nos tomaran en serio, hacer un planton en la universidad con el apoyo de otros docentes y compañeros. Pero la universidad actuó, nos respaldó, nos alentó a denunciar y lo hicimos. La universidad también nos dio la protección, en el caso de que no despidieran al profesor, nosotras nunca mas íbamos a tomar materias con este profesor, nos iban a mencionar que profesores daban la misma materia para poder tomar clases con ellos, es decir, no nos iban a exponer a algún tipo de vínculo o contacto con este profesor, pero como te digo la universidad actuo de forma rápida y eficaz y lo despidieron.
El miedo antes de la denuncia era bastante palpable, en un principio estábamos muchas chicas, yo diría que entre 20 o mas chicas, pero cuando se avanzo el proceso, y teníamos que dar nuestro testimonio por escrito, muchas desertaron, porque no querían que su identidad sea expuesta y el profesor tome algún tipo de represalia, por ende no participaron en la denuncia, sin embargo, cuando se enteraron de la noticia por medio de un correo masivo por parte de la universidad, muchas de la chicas me preguntaban de manera personal si era cierto lo que esta pasando, les comente como sucedió todo el proceso, ellas se alegraron mucho por la decisión y acciones de la universidad, fue un logro que lo logramos entre todas.
Una de las cosas más difíciles que nos toco afrontar fue que al momento de organizarnos con las chicas que vivieron acoso por parte de este profesor, muchos estudiantes se enteraron; entre ellos, existió un grupo de muchachas que nos deslegitimaron, decían que estábamos locas, exageradas, que llamábamos la atención, que todo esto lo hacíamos para que nos pase de semestre; para nosotras fue muy indignante, decepcionante, tristeza e ira, no entendíamos como nuestras compañeras no podían apoyarnos. Incluso legaron a usar redes sociales para emitir este tipo de comentarios hacia nosotras, también nos enteramos que mantenían conversaciones con el profesor y les comentaba de nosotras y el daba su versión de los acontecimientos; eso también nos lleno de mucho miedo, porque nuestras identidades quedaron expuestas; el miedo constante a represalias, el que nos miren y juzguen nuestros propios compañeros y la incertidumbre del futuro, el miedo a perder el semestre o que nos expulsen, fueron de las cosas más duras durante el proceso.
Actualmente, si lo viera nuevamente ya no tendría miedo en el sentido académico porque se que ya no puede interferir en ese aspecto, pero su presencia me causaría un poco de angustia, no creo que me hagan nada en un espacio público, puedo decirte que se siente feo volver a recordar estos acontecimientos, vienen a mi cabeza las imágenes, su voz y todos los sucesos que pasaron; cuando empecé a contar esto, no creí que me iba a acordar de todo, pero mientras lo iba hablando, venían los recuerdos super lúcidos, incluso las sensaciones corporales, mi cuerpo empezó a temblar, escalofríos, nerviosismo, se me entrecorta la voz, mi corazón y mi respiración se aceleraron; también asco, cuando lo recuerdo, me da repulsión. Me siento mucho más segura al contarlo, pero vuelven estas sensaciones y recuerdos, que por un tiempo, yo creí que ya estaban superados y fuera de mi mente, pero ahora me doy cuenta que no, que es un proceso que debo irlo trabajando, para poder mantenerme tranquila y segura, este tipo de vivencias te marcan para siempre.