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Vivir una fantasía es doloroso porque no dura para siempre, la realidad siempre encuentra la forma de colarse por la ventana.
Yo pensaba que tenía una relación muy bella, tenía muy poca experiencia apenas había cumplido los 16 cuando lo conocí, él sabía cómo hacerme sentir bonita y protegida, yo era introvertida, él era todo lo contrario por eso me ayudaba a relacionarme con más gente, un día se presentó la realidad a rasgar el velo de la ilusión, ya teníamos dos años juntos cuando descubrí sus infidelidades, aun así le perdoné (así son los hombres) decía la voz en mi cabeza (un beso con otra no es tan grave) pero no fueron solo besos, lo supe cuándo por accidente dejo abierta su conversación en la computadora (podemos seguir, podemos luchar, el amor es así, el amor a veces duele) la voz de mi corazón.
Él tomaba mucho, yo a veces me podía quedar toda la noche esperando a que viniera, mientras él se divertía con sus amigos, (no hay nada de malo, los hombres toman). El tercer año juntos, quedó escrito con dolor, cada vez que quise irme recibí insultos, amenazas y chantajes, incluso golpes, él era un hombre muy posesivo y muy celoso ¿Cómo alguien infiel puede ser tan celoso? me obligaba a perdonarlo mientras bajaba mi autoestima me violentaba psicológicamente me comparaba todo el tiempo.
Podía sentir cómo me iba marchitando, cada intento de salir hacía que crecieron las amenazas, me arrepentí de haberlo querido y de haber confiado en él, porque ahora esa confianza era motivo de chantaje él tenía unas fotografías privadas, mías y me las envió diciéndome que si lo dejaba las iba a exponer, las pondría en redes sociales y las enviaría a mi familia para que todos supieran que yo era una “zorra”, mi cuerpo es solo mío, pero empecé a pelearme con él cuando imaginaba mi intimidad expuesta.
La agresión crecía (la voz de mi alma también estaba confundida), encontró motivos para seguirme insultando hasta porque no podía hacer amigos, porque era una persona muy asocial y ¿Qué amigos podía hacer? si eso le molestaba, un día se puso tan celoso de que un amigo me saludara que comenzó a gritarme, cogió mi celular y lo hizo pedazos en su mano, luego lo estrelló contra la pared, me cacheteó y me encerró en el baño mientras yo lloraba.
En otra ocasión mi cuerpo quiso defenderse de las continuas humillaciones, de sus traiciones y reaccionó, lo quise golpear y él me devolvió con más fuerza, me sentí estúpida, indefensa, ya no quedaba nada de mi mundo ficticio. (La voz que me acompañaba, que lo justificaba, se calló).
Me violentaba psicológicamente, físicamente, llamaba a mi familia, incluso me robó, descubrí que estaba haciéndome brujería, hasta eso llegó… Tomé fuerza para irme, aun sabiendo las posibles consecuencias. Su regla era muy clara, yo no podía salir con nadie más, si alguien se me acercaba él se encargaba de llegar a esa persona para intimidarla y entonces recrudecían sus amenazas, cualquier cosa, tenía que hacerla escondidas porque él podía llegar a violentarme, trate de hacer frente a todo ello, él siempre estaba al acecho, encontraba maneras de interponerse entre yo y mis planes, su acoso duró un año y medio, aún aparece de vez en cuando por mi vida. (La voz de mi cabeza nunca más lo justificó).
Todas estas experiencias me cambiaron, quebrantaron mi autoestima, me dejaron mucha desconfianza y miedo, a raíz de esto me quedó la sensación de que me van a volver a hacer lo mismo, de que no puedo confiar, aunque yo quisiera que me trataran bien y poder tener una vida en armonía entre cuerpo y espíritu.
Pienso que sexualidad y el amor van ligados a un respetar del cuerpo. La sexualidad es muy bonita cuando las personas se respetan. Los celos son necesidad de posesión, los celos pequeñitos no están mal, de alguna forma nos hacen sentir queridos, pero los celos posesivos, machistas, violentos, esos sí hacen daño. La fidelidad se encuentra muy poco en la actualidad. Enamorarse es algo que todos vamos a vivir en algún momento. Creer que amar y sufrir van de la mano es legitimar el masoquismo en algún momento me identifiqué con esa idea, pero ya no más
Mis papás siempre tuvieron una relación distante no se traban con cariño. Mi papá es alguien a quien no se le puede contestar ni decir nada, él siempre impone su razón. Mi mamá es sumamente buena con él. Ella me enseñó a hacer caso, a decir sí a todo, a callar cuando sea necesario y no alzar la voz cuando debía protestar.
Amor es cuidar del otro, con quién puedes compartir, experiencias, mentalidades y pensamientos, respetar y que me respete, qué me valore, parte del amor propio, si una se ama no va a permitir a alguien que aún no ha descubierto lo que es del amor la trate mal.
Los productos culturales sobre amor son muy ilusorios, la mayoría comparte la idea de que la mujer debe ser buena, paciente con el hombre, eso la hace especial y eso es lo que yo viví cuando pasé por esa etapa, recuerdo haber visto novelas como: Marimar, Esmeralda, La rosa de Guadalupe, leí la Biblia, los cuentos de los hermanos Grimm, de las princesas, la sirenita Rapunzel, Blancanieves, Barba Azul, todos ellos mostraban mujeres así. Esas mujeres eran las dignas de matrimonio, pero yo siento que hasta la época en que nací, el matrimonio no resultaba una buena elección para las mujeres, he visto a mi mamá a mis tías a mis amigas y veo el sometimiento de ellas, hacia sus esposos, no existe equidad ni un equilibrio. Mi propio padre y su actitud, me ha hecho entender que es mejor quedarse sola.
Los roles de género se los impuso una sociedad que conquistó a las demás, no se aplican a la realidad total, tanto hombres como mujeres pueden estar en diferentes roles. Aunque cuando era niña sí lo creía.
La violencia es destruir los sentimientos, la estabilidad mental, el cuerpo y el alma de otra persona. A veces siento resentimiento, a veces intentó no sentir nada, esta fue una experiencia que jamás quisiera volver a repetir, ahora trato de detectar los indicios pronto y no tener ningún contacto con ese tipo de hombres. Quiero dejar de tener miedo, que el miedo no afecte mis relaciones futuras. (Eres valiente) dice ahora esa voz, que se ha vuelto más positiva y realista.
Ahora estoy con alguien que me trata mucho mejor, mantenemos nuestra relación en privado para que esta otra persona no llegué a él, debo tener mucho cuidado para que no nos dañe, mi pareja actual es respetuoso, cariñoso, hemos aprendido a hacer cosas nuevas juntos. Me escucha, hablamos, leemos, cocinamos, salimos a pasear, pero creo que solo será por un tiempo, mientras me encuentro estudiando fuera de mi ciudad, espero que cuando vuelva me reciban buenos vientos y me traigan estabilidad, para entonces estaré más fuerte.
Me gustaría terminar diciéndoles a otras personas que estén viviendo lo que yo, “Si estás teniendo una vida muy mala, no tienes porqué que quedarte ahí hasta la muerte”, busca ayuda, a veces las voces de la cabeza, las voces del alma, y las del corazón necesitan apoyo para ponerse de acuerdo.
Mientras vuelvo
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