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Cuando las cosas no comienzan bien terminan peor. Yo tenía 16 y sólo quería ayudar a alguien que parecía tener problemas… pero terminé en problemas yo.
Él era mi compañero de curso, yo lo notaba un poco extraño, así me acerqué a preguntarle por lo que le pasaba, me contó que estaba atravesaba una crisis muy fuerte, que estaba en una pandilla y que tenía muchos problemas, nos hicimos amigos. Desde ahí y por más de un año insistió en que estuviera con él, aunque yo no sentía nada terminé aceptando por la presión que me produjo, él y sus amigos. Al principio estábamos relativamente bien, hasta que él perdió el año y entonces comenzaron los problemas.
Empezó a ponerse celoso por todo, recuerdo que un tiempo estuvo sin celular y un amigo suyo lo contactó a través de mí, se enojó porque su amigo me agradeció diciéndome “que linda wawa, muchas gracias” o algo así, solo por eso, para él, yo estaba coqueteando.
En esos días, no recuerdo bien con qué pretexto, me pidió la clave de mi Facebook, se la di sin pensarlo mucho, grave error. Había leído todas mis conversaciones y él consideraba que mis gestos de amabilidad con la gente que me escribía eran coquetería. Me llamó a insultarme durante toda la noche, el teléfono de mi casa y si yo colgaba me volvía a llamar, eso fue hasta media noche.
Al día siguiente se presentó en mi casa, con una mochila llena de impresiones de todas las conversaciones con todos los contactos varones de mi Facebook, amigos, primos, evidentemente no había dormido en toda la noche, las hojas estaban subrayas con frases que según el “probaban” las cosas de las que él me acusaba, tuvimos una larga discusión, pero realmente terminó más por cansancio que por otra cosa y se fue.
Estaba muy confundida porque mis padres jamás se han tratado de esa manera, quiero decir que nunca se han levantado la voz siquiera, lo máximo que había visto era que se quedaran callados estando molestos el uno con el otro. Aun así, mi mamá, depende mucho de mi padre ella es muy suave y vulnerable, no nos parecemos tanto creo, al menos no ahora.
Mi papá siempre fue celoso, no le gustaba ni que me saludarán otros niños, también usaba el chantaje emocional conmigo, la culpa es algo con lo que he tenido que lidiar toda mi vida y en ese momento, fue algo de lo que el se aprovechó.
En clases me trataba mal, sentía una ansiedad constante, el estrés que me causó fue tan grande que un día me desmayé y me desperté en la enfermería, él estaba junto a mí, el doctor atento a lo que decíamos, medio mundo parado en la puerta, en la confusión no sabía cómo reaccionar, no quería que nadie se enterara lo que estaba pasando, además el fingía ser otro tipo de persona en público. Siempre pensé que las cosas en parejas se resuelven únicamente entre los dos, así que para evitar hacer pública la situación fingí que todo estaba bien.
A partir de ahí empezó un martirio interminable, él era una persona demasiado celosa hasta me revisaba los cuadernos, el celular, a veces se paseaba a fuera de mi curso entre clases.
Como yo no quería que nadie se entere, él aprovechaba para hacerme relajo en público porque sabía que yo no era capaz de soportar un drama y acababa fingiendo que todo estaba bien, no sé si la gente se daba cuenta de cómo eran las cosas, pero nadie me dijo nada al respecto y yo tampoco lo mencioné, ni siquiera a mis amigas más cercanas.
Hasta ese punto yo no creía que esto fuera tan grave, si era celoso, pero yo pensaba que era mi culpa y que eventualmente se arreglarían o la relación se terminaría, la terminaría él, porque yo me sentía muy culpable para hacerlo y sentía que él dependía mucho de mí. Pero no, las cosas solo empeoraron, cuando me gradué.
Él se quedó en el colegio y la situación se disparó, yo dejé de reaccionar, de tomar acción sobre mi propia vida, sentía que él me vigilaba constantemente. Si no llegaba a la hora exacta que él quería que llegue se alteraba, empezó a controlarme muchísimo, se pasaba enviando mensajes de “llámame que no tengo saldo” y yo tenía que enviarle el doble de mensajes si él me mandaba 10 yo le tenía que mandar 20, también tenía que llamarle en T O D O S los recesos, para que él no entrara en crisis. Sino hacía eso corría el riesgo de verle afuera de la ventana de mi curso, un par de veces que no lo hice, él se fugó del colegio para venir a verme a la universidad. A mí me daba mucha vergüenza que mi novio del colegio viniera a espiarme por la ventana en medio de mis clases.
Me sentía sola, sentía que no podía confiar en otras personas y nadie me iba a ayudar. Mi “mejor amiga” del colegio, también había perdido el año y los dos se aliaron para hacerme sentir mal, diciendo que ambos sufrían porque yo no estaba ahí, el chantaje emocional era constante, “es que queremos que vengas”, “es que queremos hablar contigo” “es que ya no te importamos” “es que nos sentimos solos”.
Yo estaba ahí solo por culpa y chantajes emocionales, yo no me sentía enamorada de él, lo odiaba, pero no sabía cómo salir de ahí.
Durante esa época se puso muy violento, incluso me agredió físicamente, yo trababa de alejarme, pero él me hacía sentir culpable por eso, decía que yo no lo quería, que me necesitaba y que yo era lo único bueno en su vida, me contó que había querido matarse y yo tenía miedo de que se hiciera daño si lo dejaba, un drama de nunca acabar.
También me agredió de forma sexual yo no quería estar con él, pero me sentía obligada, si no él decía que yo ya no lo quería o que estaba acostándome con otras personas y se ponía muy agresivo, así que yo cedía, nunca lo disfruté. A veces yo lloraba durante todo el tiempo que estábamos juntos, pero a él no le interesaba o peor se enojaba más y me hacía sentir culpable, era una situación espantosa.
Era sumamente controlador, me seguía, trataba de que yo no lo notara, no sabía cuándo iba a aparecer de la nada, era muy intimidante. Yo buscaba la forma de terminar, pero cuando lo hacía él me acosaba muchísimo y me chantajeaba, hasta que yo le diera la oportunidad de volver, así que en mi desesperación volvía con él, siempre con la esperanza de que se canse, incluso dejé de arreglarme para ya no verme bonita y que él me dejara en paz, quise acabar con todas mis buenas cualidades para que me dejara.
Y durante un tiempo estuvimos separados, él empezó a salir con otra persona, lo cual fue un alivio para mí, y entonces empecé a recuperar algo de mi autoestima y mi vida. Pero él terminó con esta chica, vino a llorar y a pedir que volviéramos, pero yo ya había empezado a recuperarme, así que por fin le puede decir que se aleje y mantenerme firme en eso. Pero él acoso se volvió más intenso que nunca, sí sabía que estaba con mis amigas me iba a buscar en todas partes hasta encontrarme, incluso un día vino su hermano a llorar y pedir que aunque sea sólo por hoy, vaya a su casa a ayudarle, porque él se ponía violento en casa y las cosas estaban descontroladas.
Era común que su familia me pidiera ayuda por eso, en ese momento no me daba cuenta, pero ellos ejercían mucha presión para que esa relación continúe, siento que sus padres en su rol de adultos no hicieron nada por mí y más bien me usaron, porque ellos sabían la situación, a veces alzaban el teléfono cuando el estaba insultándome, a veces veían las marcas de su maltrato físico e incluso una vez, al menos eso pienso yo, escucharon que el abusaba de mí y me vieron salir llorando, nadie hizo nada, todo lo contrario, me llamaban y buscaban para que les ayude, a ellos y a él, me ponían la responsabilidad de su familia encima, era una presión terrible.
Empecé a salir con amigos, pero siempre pensaba cosas como: “no puedo, el rato que mi ex se entere me va a matar” o “en cualquier momento va a aparecer en la puerta y me va a llevar con él a la fuerza”.
Durante los siguientes meses a la separación, me escribía y llamaba constantemente a reclamarme cada cosa que “se enteraba de mí”. Elimine mi Facebook donde tenía todas las publicaciones con él, me tocó bloquearle hasta en el teléfono y amenazarle con una denuncia para que no llame más a mi casa.
Luego de casi un año, después de que lo rechacé en incontables ocasiones las cosas parecieron calmarse, aun así, una vez que me vio por la calle me persiguió e intentó hablar conmigo. Aunque han pasado 9 años, aún escribe unas dos veces al año desde diferentes números de teléfono y casi siempre a la madrugada a decirme que me extraña o a pedirme que seamos amigos. La última vez mi pareja actual contestó el teléfono y parece que eso lo amedrentó un poco, es ya casi un año sin saber de él y espero seguir así, aunque me parece terrible que haya tenido que intervenir otra persona y no que él pudiera respetar mi decisión.
Muchos de los recuerdos de esa época están bloqueados, pero sé que viví cosas muy difíciles que quizá aún no he superado, lo que si sé es que no quiero volver a estar en una relación así nunca más, ni tenerlo a él cerca, como dicen por ahí “no quiero verlo ni en pintura”.
Cuando pienso en por qué estuve en esta situación, en lo personal creo que la relación de mis padres, y más que nada mi relación con mi papá tuvo que ver con esto, la culpa y el chantaje emocional son un factor común. Pero también pienso que la religión forma, en especial a las mujeres, influye en lo que tú esperas sobre ti misma como pareja: ser siempre buena, inmaculada, virginal, considerada, además saber cocinar, lavar, planchar, “secarle los pies con el pelo” como Magdalena, es como que la religión implanta esas ideas en el inconsciente y no te das cuenta que lo estás replicando.
En algún momento yo fui muy católica, pero sufrí mucho en que me enteré que habíamos sido colonizados, los indígenas asesinados y las mujeres violadas, a partir de ahí empecé a dejar de la iglesia, pero siento que esas ideas sí influyeron en la forma de pensarme a mí como pareja.
Después de esa relación me convertí en otra persona, extrañaba la libertad así que empecé a disfrutar mucho más de todo, los tres meses siguientes los recuerdo como la época más feliz de mi vida. Luego pude entablar una nueva relación con alguien totalmente diferente a él, esa parte de mi vida quedó prácticamente en el pasado, salvo por los intentos de él de molestarme, pero bueno eso ya quedó fuera de mi control.
Pienso que algo que es sumamente importante para ser libre, es conseguir autonomía económica, cuando empecé a trabajar sentía que tenía un poder sobre mi vida y ya no dependía de nadie.
No sé poner en palabras que es el amor creo que lo único que sé describir es el amor tóxico y feo, aunque existe en mí una esperanza de encontrar un amor incondicional, complementario, un amor que sabe esperar el momento para las cosas, que no te presiona ni te somete ni corta tus libertades, únicamente fluye y está cuando debe y cuando puede estar.
Enamorarse es la emoción inicial de conocer a alguien, de vivir nuevas experiencias, y compartir cosas juntos.
Uno de mis libros favoritos es “Amor en tiempos de cólera” me gusta mucho la forma en la que el chico Florentino, espera toda su vida por ella y aunque no sea la mejor versión del amor es algo que me gustaría vivir alguna vez en mi vida.
Para tener una relación ahora, para mí es importante que no me cele, ni me controle, que no me falte el respeto, no me hable mal, ni me grite, que no sea una persona machista y algo que no sé si es muy sano, pero yo necesito, es tener el poder de la relación, que el otro no esté sobre mí, no es que yo le haga sufrir, pero necesito saber que puedo tomar decisiones y salir de ahí si así lo quiero. Sentir cuando no tienes la autonomía sobre lo que estás haciendo creo que fue lo que me marcó.
Estoy segura que no quiero casarme antes de los 30, pero si algún día lo hago, será con una persona con quien me sienta segura y estable, sabiendo que jamás voy a depender de él, que yo tendré mi independencia, estabilidad económica y fortaleza. Cuando yo no necesite a mi posible marido, entonces me podría casar.
Siento que no me di cuenta de lo incomoda que me sentía en el tema sexual entonces, siempre he sido muy realista y sé que la sexualidad no tiene nada de malo, sé que es importante para construir un vínculo en pareja y aunque no es indispensable, creo que es mejor cuando se está enamorado o al menos tienen un vínculo importante con la otra persona, me siento muy bien en este aspecto en mi relación actual y eso me hace apreciar la diferencia y la importancia de este aspecto.
Cuando tuve esa relación, él tenía una situación económica terrible así que yo medio le mantenía y le hacía regalos continuamente. Pero en mis otras relaciones he podido encontrar un equilibrio en lo económico entre lo que cada uno aporta. Siento que parte de la equidad es que yo también tenga independencia económica.
Creo que los celos tienen que ver más, con las personas que somos que con lo que pasan en la pareja. En mis relaciones siempre me han sido infieles, en todas sin excepción, así que supongo que algo hice mal en mis elecciones, pero creo que el lazo de confianza requiere fidelidad y de saber que no te van a lastimar, entiendo que la fidelidad se idealiza y la gente la da por hecho como si eso fuera parte de la relación, cuando ni siquiera se pone sobre la mesa el tema para discutirlo, pero es necesaria para tener lazos sanos, es una decisión, porque no somos animales y tenemos control y autonomía y en último caso siempre puedes concluir una relación sin necesidad de lastimar al otro.
Los celos son una necesidad de controlar a la otra persona y tienen que ver también con la falta de autoestima y la forma en la que seleccionamos pareja. Tener una relación es algo consensuado entre dos personas que deben estar claras con eso.
Pienso que desde un punto de vista físico todo lo que está pasando en el universo está predeterminado, pero creo que es una trampa creer en el destino en cuanto a las relaciones, porque tú debes construir la relación, eres tú el que te acercas a lo que te hace feliz.
Amor y sufrimiento se han vinculado como una forma de justificar al patriarcado, de alguna manera en todas las relaciones se sufre, pero no porque el otro te haga sufrir, sino porque es un proceso, parte de la vida, a veces hay dolor y peleas, pero no quiere decir que el amor sea sufrimiento. Que tienes que aguantar a tu marido, que si un compañerito te pega o te jala el pelo es porque le gustas, son ideas distorsionadas, quizá se pueden entender cuando se analizan entendiendo como una persona te puede generar una emoción muy fuerte positiva, también puede generar una emoción muy fuerte negativa, pero no es un motivo para justificar los actos de violencia.
Es un absurdo pensar que el primer amor sea el definitivo el enamoramiento es muy volátil y puede despertarse por varias personas en tu vida y no se puede decir que con alguno de ellos no fue real, tal vez es más real decir que el amor verdadero es el último y por eso te quedas con él.
Sobre la frase “hasta que la muerte los separe” tengo sentimientos encontrados, puede ser lindo envejecer y morir junto a la persona que has amado toda tu vida, pero siento que también puede ser una trampa porque si existen otros motivos para separarse no deberíamos esperar por la muerte. La razón para quedarse debería ser que lo amas, no que te casaste.
Los roles de género están muy arraigados en la cultura, nos han dañado mucho a las mujeres y en la actualidad no es que nos han quitado el rol que hemos tenido por años, sino que nos suman cosas, ahora haces tú maestría, mientras cuidas los wawas, mientras trabajas, mientras arreglas tu casa, debes cumplir con todo y ser completa no digo que antes lo tenían más fácil, sino que ahora hay que hacer todo y más, para ser una mujer empoderada tendrás que cargarte todas las responsabilidades, no siento que exista una verdadera liberación es como condicionarnos en lugar de darnos libertad.
A las mujeres nos ponen el rol de salvadoras, de acabar de criar y hacernos responsables de la pareja, está muy ligado a los valores católicos, amar, tener devoción y si no eres así, entonces eres una mala mujer, recuerdo personas diciendo, "esta mujer no es para casarse, es para un rato nada más, porque ella no es así". Se me viene a la mente la canción “te compro tu novia” la novia perfecta, que nunca molesta, que cumple el rol de la mujer de casa, si yo quiero salir un día con mis amigas, dejó de valer; que, si tienes opinión, eres crítica, o eres aburrida o no vales la pena, siento que eso se mantiene, aunque hemos conquistado algunas cosas.
En esta relación yo no era libre de expresar mi opinión, aunque mi naturaleza siempre ha sido expresarme, siento que los hombres están muy acostumbrados a tener la razón y he peleado mucho por la forma en la que ridiculizan al movimiento feminista, que sí bailas, que sí pintas, qué cómo te arreglas, que estas no son las formas, para mi ha sido un punto de discusión muy fuerte, porque siento que no se acepta mucho mi opinión, siento que para que validen mi opinión, debo de estar centrada y tener citas bibliográficas, pero a los hombres no les piden todo eso, ellos no tienen que probar nada, se asume que tienen la razón, nosotras tenemos que probar que la tenemos, y aunque lo hagamos muchas veces nos invalidan.
Violencia es una forma de ejercer poder, conmigo él ejerció todo tipo de violencia, incluida la física, me golpeó contra un muro, me ahorcó, me tiró contra un terraplén, me dejó llena de arañazos; violencia psicológica, destrozó mi autoestima, hasta ahora tengo pesadillas con él; violencia sexual, me forzaba a estar con él; quizá no tanto la patrimonial, porque en ese momento no tenía manera, pero había un nivel de invasión absoluto a mis espacios.
Después de esa experiencia, decidí que hay cosas que no pueden volver a pasarme nunca más, a veces me siento culpable todavía, por haberme quedado ahí, esto cambió mucho mi forma de ser. No he tomado la decisión de poner una orden de alejamiento, porque creo que eso encendería de nuevo las cosas, volvería a acercarse, me gustaría que me deje en paz, yo no he hecho ningún esfuerzo por acercarme a él en todos estos años, temo que en algún momento vaya a aparecer, siento continuamente la alerta de que otra vez va a venirme a molestar, siento que hay cosas que no he superado del todo, que aún me duele, pero no es por él, quiero ser muy clara en eso, es por lo que me ocasionó a mí.
Me tardé un año en poder contarle esto a mis amigas, porque me sentía vulnerable, sentía que esto dañaría la imagen que tenían de mí y es así, a las mujeres ser víctimas de violencia nos daña más la imagen que a los hombres ser violentos, o al menos así lo siento. Aún no lo acabo de superar, hasta ahora me define un poco haber pasado por eso y siento arrepentimiento de haber perdido tanto tiempo y de haberme alejado de personas que eran importantes en ese momento
para mí, solo para que él no se enojara. De esto solo me quedan un par de aprendizajes.
Hace un instante
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