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Ahora no me callo

 


La primera vez que lo vi, me impresionó tanto, porque hablaba, sí, solo eso, no era guapo, si lo veías en la calle no sobresalía por nada, pero que lindo hablaba, era una casa abierta de su colegio y me impactó la forma conmovedora en que cerró su exposición, imagínate, casi se me vuelca el corazón cuando mi mejor amiga me lo presentó más tarde. Casi me muero, debe haber pensado que yo era medio tonta porque me impactó tanto que no podía articular palabra.


Yo era una chica muy soñadora, creía en el amor como ideología, tuve un novio con el que creía que iba a pasar toda mi vida, que tonta… tenía 15. Pasé con el hasta que se acabó el colegio, terminamos ya casi ni recuerdo porque, pero como era normal que volviéramos a cada rato, pensé que solo iba a ser un más de las muchas ocasiones y que pronto nos haríamos de a buenas, pero me empecé a deprimir porque pasaban los días y él ya no asomaba, y lo peor es que empezaba a ver con otra chica, no fue buena idea tener un novio en el barrio porque desde mi ventana veía como entraba con su nueva novia y cerraban las cortinas, yo desesperada no sabía qué hacer, nosotros cuando estuvimos juntos nos tocábamos pero nunca pasó de eso.


Pasó el tiempo, el no volvió y empecé a salir con otro chico, sí el que conocí a los 15 y me impresionó el que hablaba, el no formalizó conmigo hasta que cumplí 18, y al día siguiente de haberle aceptado como novio, vino a mi casa, él sabía que yo estaba sola, y empezó a acariciarme y eso, al principio para mí era todo normal en los años que estuve con mi primer novio lo hicimos y hasta ahí quedaba, pero mi nuevo novio, no paraba, yo me sentía incómoda cuando empezó a tratar de quitarme la ropa, e intenté detenerlo, cambiar el tema, hacer otra cosa, el no, él sabía a lo que venía, me quitó la virginidad, ni caso les hizo a mis continuos no, no, No NO por favor, me duele.


Sangré, sangré siquiera las primeras 10 veces, es que me ponía tensa, con él era lo único que hacíamos, no existía otra actividad solo me venía a ver para tener sexo, o salíamos y el me llevaba a los moteles, a lo mismo, a mí siempre me dijeron que solo estaba mal, y en el colegio nos repetían que las mujeres teníamos valor por nuestra virginidad, yo sentí que ya no valía nada, y que debía esforzarme porque esta persona a la que yo no quería y que me daba asco, me quisiera, porque si me dejaba ya nadie me tomaría en serio. Mi autoestima se destrozó, con él solo peleábamos, pero al final yo siempre cedía para que él no me dejara, y yo no quedara marcada de por vida, vivía estresada porque a él no le gustaba usar condón, y a mí me daba mucha vergüenza ir al médico o a comprar anticonceptivos, él me decía que si me quedaba embarazada él se iba a ir, que se cambiaría de identidad y que me mandaría dinero porque sería una vergüenza para la familia de él.


Me sentía sola, no tenía a quien contarle mi problemas, él se ponía cada vez más violento, no me dejaba ni maquillarme, yo usaba ropa floja, y fea para que nadie se fije en mí, porque si alguien se me acercaba él se enojaba mucho, era muy celoso, el mismo botó todas las cosas que me había regalado mi primer novio, hasta una pulserita que yo tenía la botó por la ventana de un bus, diciendo que si la usaba siempre fijo era porque me recordaba a mi ex, un año aguanté esa vida, asustada cada mes, rezando para no estar embarazada, encima como él era mi segundo novio, todo el barrio se me reía, cuando yo pasaba me decían indirectas en voz alta, hasta puta me decían, mientras mi novio decía lo contrario, “ni para puta sirves” porque no me movía cuando teníamos sexo, porque me dolía con él siempre me dolió.


Yo nunca había tenido relaciones sexuales y él estaba obsesionado con eso, me obligaba a hacer cosas que yo no quería, a tener sexo en lugares públicos, a hacer cosas que yo consideraba horribles, perdona que no te las detalle, es que aún no puedo hablar de eso.


Yo entonces no sabía que era violencia, o que él me violaba, no tenía información, no tenía nada. Un tiempo después tuve molestias en mi vagina, él se enojó, pero me llevó a una ginecóloga de mala muerte en un barrio horrible del centro, ahí me dijeron que tenía una ITS, él se compró el tratamiento para él, pero me dejó que yo solucione por mi lado, ya que él ya se estaba haciendo cargo de su parte) ahí me tocó contarle a mi mamá lo que pasaba, buen no todo, solo que tenía vida sexual, para que me ayudara a comprar los medicamentos, yo pensé que me iban a castigar o a insultarme no sé, al final el tiro le salió por la culata a este enfermo, porque mi mamá no se enojó ni me dijo que yo valía menos ni nada de eso, me ayudó a comprar las medicinas, me llevó a otro doctor, y sobre todo me apoyó para poder dejarlo, nunca pensé que sería así, mi mamá siempre me dijo que el sexo era solo para personas casadas, años después supe que ella también había sido víctima de violencia en su juventud, pero en mi adolescencia no topábamos el tema más que para hablar de abstinencia.


Si me hubieran dicho que no era malo, si hubiera sabido que sobre mi cuerpo solo mando yo, que un pene no te quita nada, que sigues siendo tu misma, no habría aguantado tanta vergüenza y maltrato todo ese tiempo.


Entonces yo era un ser sin alma, no podía hablar, no podía ver a nadie a los ojos, me sentía mala persona por “lo que había hecho” era un estigma, por mucho tiempo no pude mantener una relación con nadie, peor sentirme bien teniendo sexo, no supe lo que era un orgasmo en pareja pese a que yo los había tenido conmigo misma desde la infancia. Me asqueaban los hombres, intenté salir con mujeres alguna vez, pero los prejuicios sociales tampoco me permitieron sentirme bien ni buena persona por eso.


Intenté cortar esa relación, entonces se puso como loco, me seguía a todo lado, se asomaba en todas partes, amenazaba con matarse, con matarme o a mi familia, si me veía acompañada armaba una bronca, me dejó un miedo y ansiedad incontrolables yo salía a clases a las 6 de la mañana, él estaba en la esquina encapuchado espiándome, cuando salía de clases, él estaba en atrás de un poste viéndome, iba a un instituto a tomar clases de inglés, ahí estaba el, ahí estaba, ahí estaba en todas partes diciéndole a todos mis conocidos que no se me acerquen que yo era la novia, que yo estaba loca, que etc. etc. Una vez, en la calle yo corría, corría, corría, para perderlo, me alcanzó me botó al suelo, yo para que ya se quede tranquilo le dije que bueno, que volvíamos, luego le trataba de terminar de nuevo y él se ponía más agresivo, un día me empujó a una boqueta abierta en la calle, el mismo tuvo que sacarme de ahí, cuanto luche para que me deje, medio año siquiera se pasó acosándome, hasta que al fin lo vi con otra a quien trajo a asegurase de que lo viera a la esquina de donde yo estudiaba, me dio pena ella  pensé, pero desde ahí se calmó, o eso espero.


Me dejó tantas secuelas eso, que por años estuve deprimida solo dormía, unas 20 horas diaria, tome antidepresivos, terapia psicológica, hasta al curandero me llevó mi mamá, me tomó unos 3 años recuperarme, y la siguiente vez que me enamore ( esa vez si me enamoré) me sentí triste de no ser virgen para él, peor cuando encontré escrito en su agenda, tonta yo que quería dejarle un mensajito el día de nuestro aniversario, y ya había escrito en esa página “Pensaba en ti (nombre de su ex) y sentía que estaba con una prostituta”, la prostituta era yo, que no era virgen, puta por haber tenido más de un novio en la vida, puta, porque me dejé hacer de todo, puta que no me ice respetar, puta, puta para siempre.


Hasta ahora estoy enojada con la iglesia, con la hetero-normatividad, con mis profesoras, con mis vecinos, con mis ex, pero me levanté, estudié, me esforcé, aprendí de feminismo, aprendí a valerme por mi misma, encontré un compañero que me quiere, encontré a otras mujeres que les pasaron cosas similares, ayudo a otras mujeres y ahora ya no me callan.

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